¿Cómo evitar los calambres al correr?
Los calambres al correr son dolorosos. Pueden aparecer de repente y obligar a los runners a frenar los entrenamientos o incluso abandonar una carrera.
Son frecuentes en deportistas y se manifiestan como una contracción fuerte e involuntaria del músculo, que no se puede controlar.
¿Por qué se presentan los calambres?
En los runners, los calambres musculares pueden aparecer debido a varios factores, entre ellos:
- Una hidratación insuficiente antes de salir a correr
- Haber perdido más electrolitos de lo normal, causado por la sudoración excesiva y el reducido nivel de sodio
- Por sobrecarga muscular
- Por no haber estirado y calentado correctamente antes del entrenamiento
- Debido a la falta de estiramiento del músculo tras el ejercicio, sobre todo si ha sido intenso o prologando en el tiempo
Consejos para evitar los calambres al correr
Los calambres musculares se deben a problemas nutricionales. Para prevenirlos y ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse, expertos recomiendan descansar, hidratarse y nutrirse adecuadamente.
Toma en cuenta los siguientes consejos:
A nivel nutricional:
- Sigue una alimentación que asegure una adecuada reserva energética del músculo al ejercitarte. Incluye en tu dieta cereales, pastas y arroz, entre otros.
- Mantén una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y otros alimentos que ayuden a tu cuerpo a recuperar los niveles de sodio, magnesio y potasio, perdidos durante el ejercicio. Los plátanos son una excelente opción.
- Ingiere alimentos ricos en proteínas y carbohidratos para favorecer la regeneración de las fibras musculares.
- Sigue un plan nutricional que cubra el balance entre sales y agua. A fin de evitar una descompensación que favorezca la aparición de calambres.
- Bebe agua antes y después de entrenar para reponer los electrolitos perdidos. Así como para evitar una descompensación que favorezca la aparición de calambres al correr
- Toma alguna bebida energética al terminar los entrenos, para reponer las sales minerales.
Otras recomendaciones
- Tómate un tiempo para estirar después de correr y espera 15 minutos antes de ducharte. Esto hará que la temperatura del cuerpo vuelva gradualmente a su estado normal sin provocar mucho estrés que pueda provocar calambres.
- Toma en cuenta las condiciones climáticas en las que te ejercitas. En climas húmedos y calurosos, hay una mayor sudoración y un mayor desequilibrio entre sales y agua.
- Fortalece los músculos de la cadena posterior, que incluyen los glúteos, tendones de la corva y pantorrillas. Hazlo con ejercicios de equilibrio de todo el cuerpo y sobre todo de activación de glúteos. Puesto que, si estos músculos no son muy fuertes, sufren espasmos al forzarlos demasiado.
- Aplícate un aceite o emulsión rico en sodio y magnesio.
- Acude a un médico especialista para valorar si necesitas tomar algún suplemento vitamínico.
Finalmente, si aparecen calambres al correr, que no disminuyen o desaparecen, lo primero que debes hacer es relajarte y masajear el músculo dolorido.
Asimismo, evita continuar corriendo, ya que podría surgir un calambre nuevo y más intenso.
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