Saltar la cuerda, un excelente ejercicio de cardio

Saltar la cuerda es un ejercicio cardiovascular con grandes beneficios. Puede ser seguro para personas de todas las edades, salvo algunas contraindicaciones que abordaremos más adelante.

Se trata de un ejercicio versátil y divertido que puedes usar como calentamiento o incluirlo en cualquier rutina de entrenamiento.

Además, te permite hacerlo a un ritmo lento y constante o aumentar la intensidad con técnicas como elevación de rodillas o saltos dobles.

Saltar la cuerda eleva la frecuencia cardíaca, quema calorías y grasa corporal. También trabaja los músculos de las piernas y los brazos.

Recomendaciones para antes de saltar la cuerda

Para saltar la cuerda con seguridad y comodidad, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

Consigue una cuerda que tenga el largo adecuado para tu altura, idealmente que sea regulable.
Como norma general, elige una que sea 90 cm más larga que tu altura.
Si ya tienes una y quieres saber si te funciona, písala por el medio con los pies juntos y estírala hacia los hombros hasta tensarla, luego verifica que la punta del cable, sin incluir los mangos, te llegue a las axilas.
Si tu cuerda no se puede alargar o acortar, enróllala en las manos hasta conseguir la longitud deseada.
Elige una cuerda en función de tus objetivos. Si buscas fortalecer hombros y brazos, elige una con peso en los mangos, o una de filamento fino, si deseas mayor velocidad en los saltos.
Toma en cuenta el terreno donde vas a saltar. Si piensas entrenar a la intemperie sobre cemento, busca una cuerda resistente a superficies duras, como las de filamento de acero y recubrimiento de vinilo.
Hazte con unas zapatillas apropiadas que puedan absorber el impacto al saltar.

Contraindicaciones

Antes de empezar a saltar la cuerda, hazte un chequeo médico general para saber si esta actividad es adecuada para ti.

Ten presente que saltar la cuerda es un ejercicio de alto impacto, por lo que está contraindicado en personas con lesiones articulares o musculares y lesiones en las manos o tobillos, como tendinitis.

Tampoco es recomendable para quienes tienen problemas de columna, corazón o pulmones o personas con sobrepeso.

La técnica correcta para saltar la cuerda

Aunque parezca un ejercicio sencillo, saltar la cuerda requiere su técnica para hacerlo correctamente y minimizar el riesgo de lesionarte.

Toma nota de los siguientes consejos:

Realiza un calentamiento previo movilizando las articulaciones, especialmente las muñecas y tobillos.
Mantén tus codos flexionados cerca de los costados mientras saltas y no los muevas de allí.
Recuerda que el movimiento que imprimes a la cuerda debe originarse en las muñecas, no en los hombros.
Aterriza siempre sobre la punta de los pies y mantén las rodillas ligeramente flexionadas, no rígidas.
Mantén la espalda bien erguida mientras saltas.

¡Anímate a saltar la cuerda!, agrega más cardio a tu rutina y ¡ponte en forma!