Falafel: cómo hacerlo en casa
El falafel es uno de los platos más emblemáticos de la cocina del Medio Oriente. Además, es una opción popular para los vegetarianos y veganos en todo el mundo.
Se hace típicamente a partir de una mezcla de garbanzos o habas, cebolla, ajo, perejil y cilantro. Así como una mezcla de especias, como comino y coriandro.
La mezcla se forma en pequeñas bolas o hamburguesas y se fríe hasta que esté dorada y crujiente por fuera y suave por dentro.
Se sirve en pan de pita con ensalada, tomates, pepinos y una salsa a base de yogur o tahini.
Sin embargo, hay muchas variaciones regionales en la forma en que se hace y se sirve. Lo que lo hace un plato versátil y emocionante.
A menudo se piensa en el falafel como una alternativa vegetariana a la carne, pero en realidad es mucho más que eso.
Se trata de una fuente rica en proteínas vegetales, fibra y otros nutrientes. Lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan una alimentación saludable y equilibrada.
Además, es una opción de comida rápida y económica que se puede disfrutar en cualquier momento del día.
El falafel se puede encontrar en muchas partes del mundo, desde pequeños puestos de comida callejera, hasta restaurantes de alta cocina.
En algunos países, como Israel, es tan popular que se considera un plato nacional y se sirve en casi todos los restaurantes.
Incluso hay festivales dedicados a este platillo, donde los chefs compiten para hacer la mejor versión.
A continuación, te compartimos una receta básica de este exquisito platillo. Si aún no lo has probado, te animamos a hacerlo y a descubrir por qué es uno de los platos más populares de la cocina del Medio Oriente.
Receta básica de falafel
Ingredientes
1 taza de garbanzos secos (no cocidos)
1 cebolla pequeña
3 dientes de ajo
1/2 taza de perejil fresco
1/2 taza de cilantro fresco
2 cucharadas de harina de garbanzo (también llamada harina de besan)
2 cucharaditas de comino molido
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
Aceite para freír
Instrucciones
Remoja los garbanzos secos en agua fría durante la noche (al menos 8 horas) en un recipiente grande con suficiente agua para cubrirlos completamente.
Al día siguiente, escurre y enjuaga los garbanzos y colócalos en un procesador de alimentos.
Agrega la cebolla, el ajo, el perejil y el cilantro al procesador de alimentos y mezcla hasta que los ingredientes estén picados finamente y bien combinados.
Luego agrega la harina de garbanzo, el comino, la sal y la pimienta negra y mezcla todo de nuevo en el procesador.
Una vez que la mezcla tenga una textura uniforme y se pueda moldear con las manos, forma pequeñas bolas u hamburguesas con la mezcla y déjalas reposar en la nevera durante al menos 30 minutos.
Seguidamente, calienta aceite en una sartén a fuego medio-alto y fríe las bolas de falafel hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Aproximadamente 2-3 minutos por cada lado.
Escurre el exceso de aceite en papel absorbente y sírvelo caliente en un pan de pita con ensalada, salsa de yogur o tahini y algunas rodajas de limón.
¡Disfrútalo!
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