¿Cómo proteger tus rodillas al correr?
Proteger rodillas y articulaciones es una prioridad para cualquier corredor, si se quiere evitar lesiones que puedan terminar temprano con la práctica del running. En este artículo podrás descubrir qué cuidados tener para mantener unas rodillas sanas.
Las rodillas son la parte de nuestro cuerpo que aguanta más peso. Eso hace habituales las lesiones de rodillas entre corredores.
No solo puede afectarte una mala técnica al correr, sino también un mal estiramiento durante el calentamiento.
No usar zapatos apropiados o cambios muy bruscos de velocidad durante la corrida, también podrían afectar el bienestar de nuestras rodillas.
Controlar tu peso es uno de los primeros factores para proteger las rodillas al correr. Esto hace que les quites tensión a la hora de hacer running.
Un buen calentamiento y estiramiento antes de comenzar a correr es vital para la salud de tus rodillas. Esto permite que el cuerpo suba la temperatura y esté listo para los movimientos que vienen.
Hidrátate de forma constante e incluye en tu dieta balanceada vitaminas, calcio y Omega 3.
A la hora de empezar a correr comienza progresivamente a incrementar intensidad. Gana musculatura, gana resistencia, no solo para cuidar tus rodillas y articulaciones, sino para acostumbrarte a un nuevo ritmo de oxígeno en tu cuerpo.
Hay zapatos específicos para cada tipo de carrera, una buena inversión en tenis es una inversión en tu salud también. Por otro lado, la forma de tu zancada ayudará a cuidar tus rodillas.
Cuida tu postura, mira bien qué técnica estás usando para correr. Los primeros meses te recomendamos asesorarte en esto, para evitar lesiones futuras en tu cuerpo.
Pequeños descuidos con graves consecuencias
Si sientes un dolor en tu rodilla, o sientes que algo no va bien a la hora de correr, es importante que visites a tu médico.
No dejes pasar ninguna lesión por muy pequeña que sea o que sientas que fue.
Las lesiones pequeñas, sin el cuidado adecuado, podrían agravarse o al ir sumando varias lesiones en tu rodilla, podrían convertirse en daños irreparables, que te impedirían seguir corriendo o hacer cualquier ejercicio.
Si tienes alguna lesión reciente, lo aconsejable es que tomes un descanso, hagas una pausa completa de tus ejercicios y te recuperes.
A la hora de correr, aplica el sentido común para proteger tus rodillas. Pregúntate: ¿Me estoy esforzando demasiado? ¿Calenté lo suficiente? ¿Estoy preparada para un nuevo reto?
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