Proteínas en polvo: aspectos a favor y en contra

Las proteínas en polvo, también llamadas proteínas Whey, se han popularizado en los últimos años.

Es por ello que hoy en día podemos encontrar una amplia variedad de estos productos en el mercado.

No obstante, consumirlas en forma desmedida o sin supervisión, puede resultar perjudicial para la salud.

¿Qué son y para qué se utilizan?

Las proteínas en polvo son un suplemento alimenticio deshidratado, compuesto de derivados del suero de leche, soja, caseína o plantas.

La forma más común de consumirlas, es tomarlas solas en agua o leche.

También se pueden agregar a batidos o smoothies, al cafecito de la mañana, al puré de verduras, al yogur, etc.

En fin, las puedes incorporar en muchas recetas culinarias, a fin de aumentar su valor proteico.

Los principales motivos por los que las proteínas en polvo tienen una alta demanda, son:

• Ganar músculo más rápido
• Buscar ventaja competitiva, en el caso de deportistas
• Complementar dietas vegetarianas

La cantidad diaria recomendada de proteína es aproximadamente de 0.8 gramos diarios por kilogramo de peso corporal.

Sin embargo, diferentes estudios han demostrado que el requerimiento de proteína varía según la edad, género, actividad y condiciones fisiológicas de cada individuo. Asimismo, que el requerimiento es mayor en atletas, niños y ancianos.

Aspectos a favor de las proteínas en polvo

Dentro de los beneficios que aportan estos suplementos, podemos citar los siguientes:

• Favorecen el aumento de masa muscular
• Aportan un alto índice de saciedad, ayudando al control del apetito
• Favorecen la pérdida de peso
• Fortalecen el sistema inmunológico
• Contienen aminoácidos esenciales que no puede producir el organismo por sí mismo
• Incrementan los niveles de serotonina
• Contribuyen a acelerar el metabolismo
• Disminuyen la ansiedad
• Son fáciles de preparar, ingerir y prácticas de llevar

Aspectos en contra de las proteínas en polvo

Algunos riesgos de consumir este tipo de suplementos en forma desmedida son:

• Deshidratación
• Complicaciones en pacientes con problemas renales existentes
• Aumento de la excreción de calcio, causando pérdida ósea
• Aumento de peso, dado que algunas pueden contener azúcares y aceites añadidos que incrementan la ingesta calórica
• Su consumo excesivo (a partir de un 35% de calorías diarias), puede provocar dolor de cabeza, hinchazón, fatiga, pesadez, calambres, náuseas o falta de apetito.

Como puedes ver, los suplementos de proteínas en polvo tienen tanto ventajas como desventajas que conviene conocer, antes de usarlas.

Lo mejor es consumirlas con moderación y bajo la supervisión de un experto en nutrición. Así evitarás situaciones que pongan en riesgo tu salud.