¿Conviene masticar chicle mientras entrenas?
Ya sea por manía, placer u otros motivos, quizás acostumbres masticar chicle mientras entrenas.
Sin embargo, muchos se cuestionan si es un hábito bueno o malo, o si puede tener efectos negativos en el rendimiento deportivo.
Al día de hoy, la gran mayoría de entrenadores y preparadores físicos desaconsejan esta práctica.
Sigue leyendo y conoce los motivos por los cuales no conviene m
Produce exceso de salivación
Masticar chicle mientras entrenas, produce un exceso de saliva. Esto tiene su lado positivo como negativo. Puesto que aunque evita la sequedad bucal durante el esfuerzo, puede reducir la ingesta de agua, que es fundamental durante el ejercicio.
Pone a nuestro estómago a trabajar
Masticar chicle activa los jugos gástricos y hace que el organismo se prepare para una posible digestión. Ya que interpreta que vamos a comer alimento.
Esto hace que la circulación sanguínea se desvíe al estómago y puede afectar el rendimiento muscular al ejercitarnos.
Evita la respiración constante
Ya que masticar chicle requiere de un movimiento constante de la boca, puede entorpecer la respiración. La cual es necesaria al momento de realizar cualquier actividad física, sobre todo aeróbica.
Riesgo de ahogamiento
Durante el entrenamiento no se recomienda masticar chicle, pues se corre el riesgo de atragantarnos o ahogarnos si el chicle pasa a las vías respiratorias mientras saltamos o hacemos algún movimiento brusco.
Pese a lo anterior, un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Ciencias deportivas de la Universidad de Waseda, Japón, encontró que masticar chicle mientras entrenas, también tiene beneficios.
Puede aumentar el ritmo cardiaco en la actividad física, ayudando a la pérdida de calorías. Lo cual podría ser una forma eficaz de gestionar el peso.
Ahora que conoces las razones por las cuales se desaconseja el hábito de masticar chicle mientras entrenas, toma la mejor decisión, a fin de optimizar tu desempeño en los entrenamientos y evita riesgos.
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